Una leve brisa del norte transporta susurros de novedad a las puertas del Carrer Can Bruixes en Barcelona, entre ellos se pueden distinguir dos nombres, Rocío y Andrea. Mirar estas sensuales y bellas damas nos despierta sensaciones tan solo equiparables al contemplar el fin del mundo en lo alto de un precipicio. Sus esbeltos cuerpos relucen bajo las tenues luces de una habitación preparada para desatar vuestros deseos más lujuriosos y carnales. Como atraídos por una fuerza magnética inexplicable, vuestro cuerpo desnudo se fusionará con el suyo, iniciando un baile de caricias, besos y frenesí, donde todo lo ajeno quedará apartado a un lugar inhóspito e insignificante. Para cuando reacciones, el hechizo ya habrá surgido efecto. Atrapado entre ríos de sábanas y mares de erotismo, alcanzarás el clímax y estallarás. Nada volverá a ser igual.
Ellas saben que los detalles pueden marcar la diferencia… Acércate esta semana y da paso al placer…